El sol abandona hoy. Una ventana con un fondo gris. Un tono gris en el que por mucho que te sumerjas, no me encontrarás. No me encontrarás porque estás perdido, perdido en un oscuro mar, reflejo del cielo de hoy, perdido entre recuerdos, perdido entre pensamientos, perdido, incluso, entre sentimientos que dabas por perdidos y por ello los dejaste marchar, y sin embargo, ahí siguen, pintándolo todo de gris. Ahora solo quedan noches oscuras sin luces que encender; abrazos vacíos imposibles de volver a llenar; recuerdos hechos añicos que es mejor dejar ahí, atrás; y un adiós, un adiós que llega ya, que llega hoy. Ya no valdrán los perdones.Ni los cambios. Tampoco las oportunidades, ni las promesas. Ya no vale nada. Lo único que vale es deshacerse de todo. Deshacerte de cada día, de toda aquella luz que te entregué, de cada momento, de cada segundo y de cada recuerdo. Y es que resulté ser yo la estrella que más luz te aportó. Resulté ser tu sol, y tu sol, hoy, de