¡No me había pasado en la vida! Eso de coger un libro con todas las ganas del mundo, leer unas páginas y querer dejarlo es nuevo para mi. Y no solo querer dejarlo, sino, hacerlo y que no te apetezca leer NADA MÁS (salvo lo que siempre leo porque se que va a encantarme, por ejemplo, Elísabet Benavent). ¿Cuándo y con qué libro? Pues a ver, en navidades desconecté tanto de mi vida que me olvidé por una semana y media hasta de leer. Y mira que me gusta y me ayuda a desconectar. Pero el tiempo lejos de los míos, fue suficiente motivo para centrarme solo en ellos. Pero el bonachón de Papá Noel me trajo un libro: Escrito en el agua, de Paula Hawkins. Y me emocioné. Era un libro que quería tener y que ANSIABA leer, después de haber quedado maravillada en su momento con La chica del tren. Así que pasadas las fechas señaladas, Sofía con todas las ganas del mundo comienza a leer el que sería su primer libro del año y que esperaba que le durara...una semana máximo ¿? Sí algo así. INOCENTE YO.
Escribo, luego existo.